Expectativas

¿Alguna vez has sentido como si la gente tuviera un concepto de ti muy diferente al que tu tienes de ti mismo? Yo creo que es algo que nos pasa a todos, al final de cuentas siempre hay cosas que no decimos y sentimientos que no compartimos. Y si a eso le aumentamos que todos estamos en constante evolución, sería un sin sentido esperar que la gente a nuestro alrededor tenga una imagen totalmente clara de la persona que hay detrás de los buenos modales, la ropa y todas esas cosas que pueden distorsionar la percepción que se tiene de alguien.

Pero, ¿Qué pasa cuando esa imagen que la gente tiene de ti te hace dudar de la imagen que tu tienes de ti mismo? Aquí es donde entra la parte difícil ¿no?

Yo sólo puedo hablarte de mi caso en particular. Cualquier extraño que pasara junto de mi en la calle diría que soy bastante común. Mi ropa es mas o menos lo que tu podrías considerar lo «normal» para alguien de mi edad, mi cabello igual (nada de colores «fantasía» ni cortes extravagantes), no tengo perforaciones llamativas o tatuajes, y en mi estatura y complexión tampoco hay nada que pudiera llamar la atención, o por lo menos no mas que cualquier otra persona. Con esto no quiero decir que no haya nada interesante en mi, pero supongo que tienes que conocerme primero para verlo. Eso quiere decir, que cuando hablo de la imagen que la gente tiene de mi me estoy refiriendo a mi circulo cercano. Familia, amigos, compañeros de trabajo. Gente con la que comparto día a día y que tienen mas oportunidad de formarse una idea completa de la persona que soy.

Y con esa idea vienen las expectativas. Así es, no hay nada más difícil que la expectativas, por lo menos para mi. Pudiera parecer un cliché, pero cuando eres la hermana de «en medio» muchas veces pasas desapercibida, no eres el/la mayor, que es dueño de todas las nuevas experiencias que uno como hijo le puede dar a los padres: los primeros desvelos, el primer drama por la salida de los dientes, los primeros pasos, el primer día de clases, las primeras salidas de noche, el primer corazón roto, por solo mencionar algunas. Tampoco eres el/la menor, el que como muy comúnmente se dice, ya agarró a los papás cansados, así que la tiene más fácil, y no sólo eso, por ser el chiquito es consentido por el resto de los miembros de la familia. Ya sé, ya sé, no todas  las familias funcionan con la misma dinámica, pero aquí me estoy permitiendo la licencia de generalizar un poco.

Volviendo al tema de las expectativas, incluso si eres el hijo de en medio, siempre tienes ciertas características que te diferencian de tus hermanos, por lo tanto es muy fácil para los papás referirse a cada uno de sus hijos con frases como: «ah si, Fulanito es el amiguero, siempre anda en casa de algún amigo y los fines de semana no perdona la fiesta», o, «Perenganita es la rebelde, siempre me contesta y nunca hace caso de lo que le digo». En mi caso yo soy la estudiosa. La escuela siempre fue relativamente fácil para mi, así que las calificaciones altas eran lo normal, mientras que las bajas siempre fueron todo un acontecimiento. Ese fue mi primer roce con las expectativas. Nunca olvidaré la vez que, estando en segundo de secundaria, mi profesor de biología, que dicho sea de paso también era mi tutor, me quería reprobar porque según el YO NO APROVECHABA MIS CAPACIDADES. La calificación mas baja que alguna vez saqué en su materia fue un nueve, pero aún así, el sentía que yo desperdiciaba mis capacidades. Al día de hoy sigo sin entenderlo, pero así fue. Por otro lado mis hermanos siempre se refieren a mi como la «intelectual», y no es porque mi vida gire en torno al estudio, pero la realidad es que de los tres, yo soy la que mas disfruta de leer y además tengo muy buena memoria. No solo mi familia, mis amigas muchas veces también hacen esa distinción y hacen comentarios tales como «es como tu eres muy inteligente…», o, «es que pareces una enciclopedia».

Si he de ser sincera, no me siento tan intelectual como la gente me percibe. Es una realidad que nunca he tenido que esforzarme mucho para sacar buenas calificaciones en la escuela, y que si escucho sobre algún tema que desconozco siempre procuro informarme, uno de mis pasatiempos favoritos es la lectura y mi buena memoria me permite recordar muchas cosas que a la mayoría de la gente se le olvidan a los cinco segundos de escucharlas. Pero también es una realidad que a veces leo libros que no tienen ningún valor informativo o cultural, escucho música que es 100% comercial y generalmente estoy enterada de los últimos chismes de los artistas. Eso no suena muy intelectual que digamos ¿no?

Es difícil no sentir esa presión de cumplir con lo que la gente espera de ti. Y quien diga que no le afecta lo que la gente piensa es un mentiroso, la diferencia radica en la forma en la que permites que te afecte. Ya cuando estaba indecisa de que carrera quería estudiar me tope con muchos comentarios a cerca de como tal o cual carrera estaba por debajo de mis capacidades. Me parece que es muy presuntuoso considerar cualquier carrera por debajo de otra, para cada una se necesitan diferentes habilidades y aptitudes, no me parece justo considerarlo así, pero eso es lo que hay.

Por supuesto no solo están las expectativas que la gente a tu alrededor tiene de ti, también están las expectativas que tu tienes de ti mismo. Y eso es lo que me lleva a mi pregunta inicial, ¿cómo compaginar lo que yo creo y espero de mi mismo con lo que los demás creen y esperan de mi?. Supongo que es algo que tenemos que ir resolviendo día a día.

En fin, este es solo un ejemplo, hay expectativas de todos los tamaños, tipos e intensidades. Pueden afectarte de diferentes maneras, dependiendo de que tan cercana o importante es la persona de quien provienen. Lo importante es aprender a sobrellevarlas y no dejar que afecten tu esencia.

Y pues nada, espero no haberte aburrido con mis reflexiones, de momento me despido.

Nos vemos en la siguiente 😉

Claudia!*

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